Las FARC, una de las guerrillas más antiguas de América Latina, fundada oficialmente en 1964, ha iniciado formalente la
transición hacia la constitución de una fueza política democrática.
Las FARC parecen (o debieran) haber tomado notas, la liberación unilateral y ininterrumpida de secuestrados que se encontraban en poder de la guerrilla colombiana representaría un primer paso hacia la legalización de las FARC en su afan de constituirse en una fuerza política y democrática en Colombia. Resta saber si el pueblo colombiano aceptará la transición propuesta por la guerrilla colombiana. Cabe también destacar como factor favorable para la fin de las acciones militares de las FARC el reciente triunfo del ex guerrillero del M19, Gustavo Petro quién ha triunfado (noviembre del 2011 en las elecciones para la alcaldía de Bogotá.
La desmilitarización y politización de las guerillas FMLN y FSLN en el Salvador y en Nicaragua son sin dudas un antecedente importante para las guerrillas en Colombia
El contexto geopolítico latinoamericano parece favorable para las intenciones de las FARC. Los gobiernos de centro izquierda se multiplican en los continentes y las FARC encontrarían seguramente el apoyo de países como Venezuela, Cuba, etc.
Por otro lado, están los antecedentes del FMLN y el FSLN.
El FMLN del Salvador, triunfador de las últimas elecciones presidenciales, ha logrado posicionar a Mauricio Funes como flamante presidente del Salvador y lo mismo, en Nicaragua, en donde el ahora democrático Frente Sandinista de Liberación Nacional ha logrado a su vez en las últimas elecciones presidenciales nicaraguenses colocar a Daniel Ortega como primer mandatario del país.
(El adios a las armas - octubre 2011- después de más de 4 décadas por parte de la guerrilla europea vasca ETA marca también sin dudas, otro signo más de los nuevos tiempos que vivimos para las FARC así como para el ELN.)
La decisión de ahora en más, política e histórica, le pertenece al pueblo colombiano. Ya Juan Manuel Santos ha dado algunas señales positivas, pero aún resta mucho por andar.
Entre el 27 de agosto y 1 de septiembre de 2017, delegados de esa organización (un delegado por cada 20 exguerrilleros) se reunieron en Bogotá y debatieron los estatutos del nuevo
partido, el tipo de organización, los representantes, los principios que
defenderán y el nombre con el que se presentarán en las elecciones de 2018, convirtiéndose de esta manera formalmente en un partido político legal. De
esta manera, la ex guerrilla colombiana, seguirán utilizando las siglas
FARC pero el significado de las mismas ha sido rebautizado en Fuerza Alternativa Revolucionaria Común. La gran incógnita es saber si el pueblo
colombiano aceptará dicha "mutación" y apoyará en las urnas el nuevo rostro de la ex guerrilla. La diabolización de las FARC por la sociedad mediática colombiana en las últimas décadas, sumada a las reconocidas violaciónes de derechos humanos y su implicaciones pasadas en el circuito del narcotráfico parecerían dificultar seriamente el apoyo popular a la nueva imagen propulsada.
Antecedentes al acuerdo
El nuevo jefe militar de las FARC ha dado señales claras desde el principio de querer dialogar con el gobierno de Juan Manuel Santos y tratar de dar vuelta la página de la sangrienta historia de Colombia, y lograr de esta manera la tan mentada paz en Colombia, en donde las guerrillas armadas parecen ya no tener lugar ni en ese mismo país ni en le resto del continente.
La globalización de la izquierda en América Latina: el fin de la ortodoxia
El tema de como puede reintegrarse al sistema democrático un grupo de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos es sin dudas uno ejes en los cuáles han centrado sus críticas al acuerdo los detractores de la reinserción de las FARC a la vida civil, oponiéndose de esta manera al conjunto de medidas jurídicas llamada "justicia transicional" por el que se ven beneficiados en este caso los miembros de la guerrilla. Recordemos que la justicia transicional se refiere a aquellos procesos de transición de
una dictadura a una democracia o de un conflicto armado a la paz, en
los que es necesario equilibrar las exigencias jurídicas (garantía de
los derechos de las víctimas a la verdad, justicia, reparación y
garantía de no repetición) y las exigencias políticas (la necesidad de
paz) que requieren dichas transiciones.
Gran parte de esta transformación ha sido propulsada por el gobierno de Colombia presidido por Juan Manuel Santos quién ha sido para muchos el catalizador, a pesar de la derrota en el pleibicito sobre el acuerdo de paz), de este histórico acuerdo de paz con la ex guerilla colombiana.
Antecedentes al acuerdo
La muerte de Alfonso Cano (abatido por las fuerzas armadas de Colombia en la región del Cauca en noviembre 2011), hasta entonces número uno de las FARC e ideólogo de la guerrilla colombiana después de la muerte de Manuel Marulanda (marzo 2008), había acelarado de manera importante el deseo de desmilitarizacion y desmovilización de las FARC, (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas.
Decisiva parece haber decidido la designación por parte de las FARC a fines del 2011 a Rodrigo Londoño, de 53 años, alias 'Timochenko' como el número 1 de la guerrilla colombiana. El nuevo jefe militar de las FARC ha dado señales claras desde el principio de querer dialogar con el gobierno de Juan Manuel Santos y tratar de dar vuelta la página de la sangrienta historia de Colombia, y lograr de esta manera la tan mentada paz en Colombia, en donde las guerrillas armadas parecen ya no tener lugar ni en ese mismo país ni en le resto del continente.
La globalización de la izquierda en América Latina: el fin de la ortodoxia
La izquierda en su versión armada
latinoamericana se globaliza y se encamina hacia su desmilitarización. Los
antecedentes del M19, FSLN, FMLN et ETA parecen marcarle el rumbo a seguir a las
FARC, una de las guerrillas más antiguas del continente latinoamericano. Las
muertes sucesivas de Raúl Reyes (abatido en territorio ecuatoriano 1ero de
marzo del 2008) y Manuel Marulanda Velez (26 de marzo del 2008) y Alfonso Cano
(4 de noviembre del 2011), sumado al rechazo de todos los países
del continente suramericano (UNASUR) a los grupos armados ilegales
parecen pesar demasiado para la guerrilla colombiana.
Todo lo sagrado termina por profanarse aún para la
izquierda latinoamericana. La globalización parece imponerse más allá de las
ideologías. El fin de la lucha armada por parte de la guerrilla colombiana
FARC parece cada vez más inminente y cercano. Los países del continente
latinoamericano, representados en este caso por el bloque regional UNASUR siempre
han sido claro al respecto
Ya en agosto 2010, el mismísimo Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, afirmaba por enésima vez, esta vez en su programa Aló presidente: “La guerrilla colombiana no tiene futuro con las armas”. Finalmente y para confirmar el proyecto suramericano de terminar con las guerrillas, el presidente Santos (Londres ,noviembre 2011) afirmó que ya está acordada (con su hómologo venezolano la captura por parte del gobierno bolivariano, de cualquier foco guerrillero en el que pudiese encontrarse "timochenko", si se llegara a comprobar su presencia en territorio venezolano.
Las FARC parecen (o debieran) haber tomado notas, la liberación unilateral y ininterrumpida de secuestrados que se encontraban en poder de la guerrilla colombiana representaría un primer paso hacia la legalización de las FARC en su afan de constituirse en una fuerza política y democrática en Colombia. Resta saber si el pueblo colombiano aceptará la transición propuesta por la guerrilla colombiana. Cabe también destacar como factor favorable para la fin de las acciones militares de las FARC el reciente triunfo del ex guerrillero del M19, Gustavo Petro quién ha triunfado (noviembre del 2011 en las elecciones para la alcaldía de Bogotá.
La desmilitarización y politización de las guerillas FMLN y FSLN en el Salvador y en Nicaragua son sin dudas un antecedente importante para las guerrillas en Colombia
El contexto geopolítico latinoamericano parece favorable para las intenciones de las FARC. Los gobiernos de centro izquierda se multiplican en los continentes y las FARC encontrarían seguramente el apoyo de países como Venezuela, Cuba, etc.
Por otro lado, están los antecedentes del FMLN y el FSLN.
El FMLN del Salvador, triunfador de las últimas elecciones presidenciales, ha logrado posicionar a Mauricio Funes como flamante presidente del Salvador y lo mismo, en Nicaragua, en donde el ahora democrático Frente Sandinista de Liberación Nacional ha logrado a su vez en las últimas elecciones presidenciales nicaraguenses colocar a Daniel Ortega como primer mandatario del país.
(El adios a las armas - octubre 2011- después de más de 4 décadas por parte de la guerrilla europea vasca ETA marca también sin dudas, otro signo más de los nuevos tiempos que vivimos para las FARC así como para el ELN.)
La decisión de ahora en más, política e histórica, le pertenece al pueblo colombiano. Ya Juan Manuel Santos ha dado algunas señales positivas, pero aún resta mucho por andar.
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