Geopolítica del Kurdistán

Por Damián Jacubovich, geopolitólogo y analista internacional 
 contacto: damian.jacubovich@yahoo.fr
El pueblo kurdo es un pueblo originario de Medio Oriente, una etnia sin Estado, la más numerosa del planeta con 40 millones de individuos aproximadamente. Son  mayoritariamente musulmán sunita, no árabe, con una lengua relacionada con el persa. Su potencial territorio o territorio reclamado se encuentra repartido entre cuatro Estados actuales: Turquía, Irak, Irán y Siria, a los cuales hay que añadir un pequeño enclave en Armenia. En cuanto a la repartición de esos 40 millones se calcula que aproximadamente un 45 %  vive en Turquía, un 25 % en Irán, otro 25 % en Irak y un 5 % en Siria. Hay también una importante diáspora kurda en Europa Occidental, sobre todo en países como Alemania, el Reino Unido y Suecia.
En 1920, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, con el Imperio otomano en proceso de desintegración, las potencias (una vez más en la historia) se reparten el mundo, no le brindan un Estado al pueblo Kurdo; pero prometen en ese momento, la creación de un Estado Kurdo mediante el fallido proyecto del Tratado de Sèvres, que nunca fue ratificado ni entró en vigor. Este tratado reconocía el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades de los antiguos imperios y preveía como dijimos  la creación de un Estado kurdo. A partir de ahi dentro del imaginario de los pueblos kurdos, el reconocimiento de un Estado Kurdo (El Kurdistan) ha sido el objetivo máximo de todas las organizaciones políticas kurdas repartidas en los diferentes países. 

El Kurdistán de Irak (PDK)
En los últimos años, entre los distintos pueblos kurdos, el iraquí, siempre apareció como el más consolidado. Reconocido jurídicamente como una entidad a nivel de su autonomía por la Constitución de Irak en 2005 y por las Naciones Unidas, teniendo en su haber aeropuertos, yacimientos petrolíferos y un ejército de importancia, el kurdistán iraquí siempre asomaba como el especie de modelo a seguir entre los distintos pueblos kurdos repartidos en los demás países. Además el rol de los Kurdos de Irak en la liberación de Mosul en particular y la lucha contra el Estado Islámico en general, los ha posicionado como actor clave en la lucha contra el DAESH en Medio Oriente. Los dirigentes kurdos iraquíes realizaron en septiembre del 2017 un muy polémico referéndum acerca de si la población Kurda de Irak se encontraba a favor de una futura independencia, algo semejante a lo ocurrido en el mismo período, con el referendúm en Cataluña. El Sí, ganó por mayoría; pero el proceso nunca se profundizó, entre otras cosas, por la fuerte presión y represión del gobierno irakí, historicamente enfrentado al proceso de autonomía kurda; pero que había estado contenido hasta ahora por un contexto nacional y regional particular,
y que aprovechando la no intervención de las potencias, en desacuerdo con la llevada a cabo de dicho referendum, aprovechó para recuperar un 51% del territorio, el control de zonas petrolíferas y proceder al cierre de los aeropuertos. Masud Barzani, principal iniciador del referendum del kurdistán, quién ocupó el cargo de presidente del Kurdistán irakí entre 2005 y 2017 tuvo que renunciar a su cargo frente al fracaso de dicho referendum. Para numerosos geopolitólogos, el fallido referendum marca el fin de un período para esta región autónoma del Kurdistán desde su creación 1992.
Por el lado del Kurdistán Sirio, con un rol clave también en el retroceso del Estado Islámico en ese país, su anhelo no parece orientarse hacia la independencia sino hacia un cierto grado de autonomía aún no reconocida por el gobierno de Damas. Resta ver en ese sentido que hará el gobierno sirio respecto de su población siria, una vez el orden reestablecido, si es que esto ocurre alguna vez.
El Kurdistán de Turquía representado por el partido político (PKK), comienza su guerra de independencia contra el Estado turco en 1984, cuyo objetivo era en aquella época lograr la constitución de un estado independiente y socialista, era más exactamente un movimiento pan kurdo, su idea era conformar un gran Kurdistán independiente. Finalmente a lo largo de los años las revindicaciones del PKK fueron mutando desde principios de los 1990 y pasó a revindicar solamente la autonomía. En 1999, el jefe del PKK, Abdullah Öcalan es detenido y condenado a prisión perpetua y a partir de principio de siglo XXI, la ideología y revindicaciones vuelven a mutar, ya no se pide ni la independencia ni la autonomía territorial, en cambio, la estrategia pasa a ser "construir nosotros mismos la autonomía".
  Respecto al Kurdistán de Irán, en la actualidad no es mucho lo que está avanzado el proceso de autonomía. En el pasado, los Kurdos de Irán habían tenido su apogeo al fundar en 1946 la República de Mahabad, establecida en la región del Kurdistán iraní, fue un Estado kurdo que gozó de una fugaz independencia por algunos meses del año 1946 hasta luego ser barrida por el Sha de Irán Mohammad Reza Pahlaví.

Para finalizar, recordar que la lucha de los pueblos Kurdos no es solo por un territorio, sino por una cultura, por una tradición que se remonta a miles de años.

Geopolítica de Libia



Por Damián Jacubovich, geopolitólogo y analista internacional
contacto: damian.jacubovich@yahoo.fr


Muamar El Gadafi ejecutado
A más de 6 años de la muerte de Muamar El Gadafi ejecutado en octubre del 2011, el país continúa desde entonces, y tal vez desde antes, sumergido en la inestabilidad y el caos. Por su ubicación geográfica Libia posee un rol de suma importancia en la geopolítica mundial ya que se encuentra ubicada a orillas del mediterráneo, vecina del Chad, Nigeria, Argelia, Túnez y Egipto.

El país parece no poder terminar de una buena vez con sus luchas de influencia, sus guerras de clanes, sus milicias así como de las rivalidades por el poder que ve dos ciudades oponerse: la capital Trípoli y Tobruk en el este del país. Libia parece efectivamente haberse empantanado en una interminable crisis de transición desde el 2011, víctima de un clima de inseguridad constante y una economía destrozada. A esto, debe agregarse que Libia paulatinamente se está transformando en un refugio para el terrorismo islámico cuya base territorial, luego de las derrotas de Alep y Al Raqa en Siria y Mosul en Irak, viene disminuyendo drásticamente. Finalmente, Libia, juega además un rol clave en la geopolítica de Europa, ya que representa uno de los principales puntos de partida de la inmigración clandestina, teniendo en cuenta que los traficantes pueden aprovechar impunemente el vacío que existe a nivel seguridad.
¿Son los antiguos hombres de Gadafi, la solución al problema libio?
Geopolítica de Libia

El hijo de Muammar Gaddafi, Saif al Islam
Frente a este panorama, numerosos analistas internacionales y geopolitólogos, se preguntan si uno de los errores no ha sido hasta ahora la exclusión en el juego político libiano de todos los funcionarios, seguidores y partidarios del antiguo régimen. Esta tendencia parece estar cambiando. A modo de ejemplo,  el hijo de Muammar Gaddafi, Saif al Islam Gadafi, él que iba a ser el sucesor de su padre en el poder, ha sido liberado en junio del 2017 después de permanecer encarcelado desde el levantamiento en 2011 que acabaría con el régimen. Este último, ahora planea su reaparición, y los expertos sostienen que tendría grandes chances de obtener una victoria si las elecciones se llevan a cabo el próximo año en el 2017. La reapaEso sumado al hecho que poco a poco, vienen regresando del exilio a la parte Este de Libia, numerosos hombres fuertes en épocas de Gadafi y el visto bueno del libanés Ghassan Salamé, representante especial y jefe de la Misión de la ONU en Libia para la inclusión de antiguos gadafistas entre los consultados para llegar a una solución en el conflicto libio, no hace más que confirmar la tendencia mencionada.    
Pero a no confundirse, el interés de Occidente y las grandes potencias no es por los libianos sino por sus riquezas en hidrocarburos, la posibilidad de cerrar una canilla importante de flujos migratorios y terroristas hacia Europa.