Geopolítica de América Latina 2020

Geopolítica de América Latina
Los conflictos sociales y las crisis se multiplican en nuestro continente, con una crecimiento de apenas un 0,2%, nuestra región se ubica última en lo que respecta los crecimientos económicos de los continentes (ciertamente que esta cifra se encuentra muy influenciado por la situación en Venezuela que su caída económica termina influenciando el promedio de toda la región). Durante el 2019 la región se vio sacudida por unos vientos de protestas, hoy en 2020, podemos observar que las poblaciones se interesan no tanto a los colores políticos sino a las capacidades de los Estados a resolver los problemas cotidianos, de ahí parte de la explicación de los terremotos geopolíticos acontecidos en nuestro continente. 

Venezuela paralizado desde hace años en una crisis sin fin, produciendo un éxodo de venezolanos que está afectando fuertemente la región ; las protestas sociales en Chile y el referéndum por una nueva constitución, Colombia y el acuerdo de Paz fuertemente amenazado, la crisis económica en Argentina, una situación que podría llamarse como peligro de autoritarismo en Nicaragua, ingobernabilidad en Costa Rica y Perú, movilizaciones sociales en Ecuador, violencia y flujos migratorios en el triángulo norte de América Central (Salvador, Honduras y Guatemala). violencia y parálisis de la economía en México; golpe de Estado y caza de brujas en Bolivia; Liberación de Lula en Brasil con una sociedad civil en alerta por el conservadurismo de Bolsonaro. 

Efectivamente se puede observar que la lista es larga y por demás preocupante; desde la época en que las dictaduras militares habían inundado el continente que no se había visto tantas crisis simultaneas.

Para comenzar el análisis, tenemos que hablar de muchos años de frustración acumulada que fueron llevando a esta situación explosiva. La región parecería vivir un momento bisagra en dónde numerosos países viven momentos decisivos en las elecciones de sus proyectos de país.

Continuando con el análisis y tomando un informe reciente de la OCDE (pueden encontrar la información sobre el propio sitio del organismo) el aumento significativo de la clase media ha jugado sin duda un papel muy importante en todo este panorama. El informe señalaba que "Aunque la clase media en América Latina está creciendo y comienza a ser un motor para el progreso económico, continúa siendo económicamente vulnerable en comparación con los países de alto ingreso de la OCDE,". Y esa vulnerabilidad, la hemos visto materializándose porque ante el primer vaivén económico o la disminución de los recursos por parte de los Estados latinoamericanos, numerosas porciones de esta clase media, se ha visto nuevamente con un pie en la pobreza, lo que ha generado muchísima incertidumbre y frustración y este coctel tan explosivo a la vez. Recordemos que la primera década del siglo XXI, ha sido una especie de década de oro, de sueño, con mucho progreso social, el ejemplo de Brasil es muy representativo, 40 millones de personas salieron de la pobreza en algunos años; y este fenómeno se dio en muchos países, por ejemplo en la Venezuela de Chavez; pero numerosos analistas sostienen que no ha sido una salida definitiva de la pobreza, con un empleo fijo, un trabajo renumerado, legal etc...sino de manera muy fragil, con pequeños trabajos, a veces informales; es decir con una inclinación, a poder retornar a la pobreza; y es finalmente lo que aconteció con el fin del boom de las exportaciones, la caída del crecimiento económico y el fin del superavit fiscal de la mayoría de los Estados Latinoamericanos para seguir alimentando estas políticas generosas estatales . Estas frustraciones, inseguridades de las clases medias latinoamericanas, es una de las llaves, no la única por cierto; para explicar parte del sismo geopolítico que está experimentando la región.

Sin embargo es preciso señalar algo que consideramos importante; en la mayoría de las manifestaciones que han ocurrido en la región el tema económico no ha sido la piedra angular o basal de las manifestaciones, sino generalmente un pedido de dignidad y respeto hacia los pueblos. 

En todos los grandes conflictos que azotan América Latina como la crisis migratoria venezolana o el Golpe de Estado en Bolivia no podemos dejar de mencionar la gran ausencia de un instancia regional como lo fue la Unasur hace algunos años en dónde presidentes con distintas visiones regionales e ideológicas se podían sentar alrededor de una mesa a debatir acerca de los problemas de la región. Hoy pensar que uno podría sentar en la misma mesa a Jair Bolsonaro y Nicolás Maduro parece una utopía, cuando no hace mucho, se sentaban en la misma mesa presidentes con distintas visiones e ideologías como el expresidente colombiano Álvaro Úribe y  el ya fallecido expresidente venezolano  Hugo Chávez. Un claro ejemplo de la importancia para América Latina de poseer una instancia regional, ha sido en el 2008, cuando la crisis separatista en Bolivia, en dónde la intervención de la entonces UNASUR apareció como providencial para apagar el incendio. Este tiempo parece haber quedado en el olvido. América Latina deberá entender que hay problemas que pueden ser catalogados como de carácter nacional; pero hay otros como lo son el narcotráfico, el ya mencionado problema migratorio en dónde recordemos que hasta Chile además de migración de Haití está recibiendo miles y miles de venezolanos, imaginen si Chile que está tan alejado y aislado del resto; lo que le toca al resto de los países de la región y si tenemos que hablar de problemas regionales, por no decir globales; también tenemos que hablar del calentamiento global que junto con los otros temas; no pueden ser tratados seriamente si no se lo hace con un enfoque mínimamente desde un punto de vista de la región. Cuáles son las razones por las cuáles los dirigentes latinoamericanos no pueden sentarse a resolver estos temas transversales; además de ya no poseer esta instancia de diálogo regional, es también porque los gobiernos se encuentran absorbidos por un lado por las políticas de corto plazo; y por el otro es cierto que en algunos países como Brasil o la Argentina, ha habido cambios de gobiernos muy opuestos pasando de una política que podríamos llamar de izquierda a una que podríamos llamar liberal, con el agregado que existe una tendencia a querer destruir todo lo q el gobierno anterior hizo, entonces cada vez que asume un nuevo gobierno hay que empezar todo de nuevo y eso también retrasa mucho las políticas de desarrollo y termina perjudicando a los pueblos.
Finalmente si hablamos de la geopolítica de América Latina, no podemos dejar de mencionar la histórica presencia china, tanto en materia de inversiones, China es el primer inversor delante de los Estados Estados Unidos en la región y segundo socio comercial, lo cuál mete una evidencia por un lado lo que venimos hablando desde hace tiempo, la pluripolaridad del planeta, en el siglo pasado América Latina era territorio exclusivo de los Estados Unidos y China era visto como un país peligroso al que había que huirle, hoy todos los países del continente sacan la alfombra roja ante el poderío económico chino, del cuál la mayoría de las economías latinoamericanas se han dado cuenta que no pueden pasarse

Chile : Las violentas manifestaciones en Chile han sido sin dudas unas de las grandes sorpresas geopolíticas regionales, nadie vio venir los acontecimientos; la población chilena había sido catalogada como "sumisa" que los analistas solían atribuir a los efectos duradero de la dictadura del General Pinochet. Y uno ha observado al pueblo chileno exigiendo eso que sus gobiernos le vienen debiendo desde hace décadas, una mejor redistribución de las riquezas, y una salud y una educación pública a la altura del desarrollo económico del país andino. Poca gente ha sido la que creyó ciertos análisis simplistas que decían que la culpa era de Nicolás Maduro que digitaba todas las protestas desde el exterior. Cierto es que el gobierno de Sebastián Piñera ha quedado muy fragilizado después de las protestas, y todos los ojos están puestos en la organización del referéndum para un tan necesario cambio de una Constitución ya caduca y vigente desde los tiempos de la dictadura. 
y que Como mencionado el tema de los importantes flujos migratorios que está recibiendo Chile en gran medida de Haití y Venezuela también deberán ser seguidos de cerca, estos temas suelen ser aprovechados para desviar las verdaderas razones de los problemas internos como los de la seguridad, el empleo, salud, educación etc...Pero sea como sea, la realidad en Chile indica que cada vez hay más extranjeros y que esto está ocasionando un aumento de las manifestaciones xenofóbicas en este el país andino. Pero si hay algo que deja lo ocurrido en Chile o bien lo que está ocurriendo, es que los políticos chilenos parecerían, digo bien parecerían, haber comprendido, que a partir de ahora no se pueden seguir haciendo los tontos con lo que la población reclama o necesita, a sabiendas de que de no hacerlo; se pueden encontrar con manifestaciones ultra violentas en las calles. 

Bolivia, se juegan unas elecciones muy importantes para el futuro del país, a saber el retorno del movimiento encabezado por Evo Morales luego del Golpe de Estado o bien la elección después de más de una década de un gobierno con tinte más de centro derecha.
Uruguay : también después de muchos años “la centro derecha vuelve al poder”, habrá que seguir de cerca.
Venezuela: sigue siendo tema siempre de atención por la dramática crisis política, económica y social que parece no aflojar. La situación en Venezuela pone de manifiesto la rapidez de los hechos, lo que los analistas llaman la aceleración de la historia; principio del 2019, todas las miradas se volcaban sobre la crisis venezolana; Juan Guaidó emergía sobre la escena internacional con el apoyo incondicional de los Estados Unidos y gran parte de Europa y en este principio de 2020, Venenzuela ya no es prioridad de Occidente, España por ejemplo ha retomado el diálogo con el gobierno de Maduro y el tema ha terminado siendo silenciado por el sismo geopolítico que sacudió el continente. No hay dudas de que el tiempo está jugando a favor del chavismo, el país sigue bloqueado, la comunidad internacional oscila entre el fatalismo y la resignación, al no saber que hacer para resolver la situación de Venezuela, la intervención parece no ser la solución pero la no intervención tampoco parece cambiar el panorama. 

Colombia : el gobierno de Duque también en jaque por las protestas sociales

Brasil: como pesará la liberación de Lula en el tablero político interno. Brasil en la era Bolsonaro una era bastante conservadora de Brasil, sobre todo en lo que respecto los derechos humanos, la ecología, el multilateralismo,