Geopolítica de Medio Oriente: Estados Unidos e Irán fin de luna miel




Desafíos tras la victoria de Hassan Rohani en las últimas elecciones presidenciales de 2017
A nivel internacional, seguramente uno de sus principales desafíos de Hassan Rohani será “mantenerse a flote geopolíticamente” luego de que Irán haya sido declarado en mayo de este año por la administración Trump como nuevamente integrante el eje del mal junto con el Estados Islámico.
A nivel nacional, los desafíos del flamante presidente electo se orientarán seguramente a re enderezar una economía que no ha sabido levantarse pese a lo habían anunciado luego del celebrado acuerdo nuclear. Para eso la lucha contra la corrupción, las corrientes político-religiosas más conservadoras, así como los clanes económicos existentes al interior de la República Islámica se anuncian como fundamentales.
 
Peso de Irán a nivel regional
El rol de Irán, ha sido, es y será clave en la estabilidad de la región. Su liderazgo y ascendente al frente de las distintas corrientes chiitas de Medio Oriente lo hacen un actor clave en las zonas geopolíticas más calientes de la región: Siria, Yemen, Irak, etc.
 
La relación de Irán con los EEUU de Trump
Yo creo que podemos hablar del fin de una efímera Luna de miel entre Irán y Estados Unidos. Queda claro que Donald Trump, en lo que a Medio Oriente se refiere, ha elegido sus dos aliados principales en la región: Israel y Arabia Saudita. Dos países con un enemigo en común, el propio Irán. Ya en sus declaraciones durante la campaña, Trump había declarado que el acuerdo nuclear había sido uno de los peores acuerdos de la historia firmado por los Estados Unidos. Varias razones para presuponer que las relaciones entre ambos países se anuncian geopolíticamente complicada. Si Irán pretende seguir siendo oficialmente aceptado por la llamada Comunidad Internacional deberá de seguro, por un lado, “no cometer errores” en lo que a la transparencia de su programa nuclear se refiere y por el otro, aferrarse al acuerdo nuclear firmado con las otras potencias como garantía de supervivencia en un mundo de paradigmas volátiles en esta nueva era trumpiana.  

La era Obama: un idilio entre Irán y Estados Unidos que duró poco
Quién hubiese dicho hace tan sólo unos años atrás que a comienzos del 2016 el mundo se encontraría con un Irán posicionado como la nueva “niña mimada” de Occidente? Y a la vez, un resplandeciente "El Dorado" para el capital financiero internacional, tan ávido de negocios en estos tiempos de crisis. Todo bajo la mirada “despechada” de sus dos acérrimos enemigos regionales: Israel y Arabia Saudita.
En paralelo, Irán y Estados Unidos viven una verdadera luna de miel diplomática de tipo all inclusive: en el canje de presos del último 16 de enero, Teherán ha liberado cinco estadounidenses, entre ellos un periodista. Por su parte, Washington dejó en libertad a siete iraníes. Y para confirmar que Irán está dulce, se resolvió un antiguo litigio que mantenía con el gobierno estadounidense. Éste último desembolsará la suma de 1.700 millones en compensación de una compra de armamento anterior a la Revolución Islámica de 1979 que nunca había sido entregada.
El pasado domingo, día oficial del levantamiento de las sanciones luego del visto bueno del bloque occidental respecto al cumplimiento por parte de Irán del pomposo acuerdo nuclear de mediados del 2015, el presidente iraní Hasan Rohani, en sus primeras declaraciones oficiales al respecto, celebró la “victoria política” de Irán afirmando que se abría “un nuevo capítulo en la historia del país”. Razones no le faltan para descorchar después de 35 años de aislamiento y una constante amenaza de invasión durante la era Bush.
El propio Rohani se encargó de resumir los beneficios para su país que supone el fin de la penitencia. “A partir de hoy las empresas pueden volver a utilizar los canales legales para hacer negocios, los bancos iraníes volverán a operar con normalidad, se han levantado los límites a la exportación de petróleo y podemos comprar repuestos de aviación, lo que aumentara la seguridad para nuestros pasajeros; además recuperaremos el dinero que, con el pretexto de las sanciones, nos habían congelado en entidades extranjeras”.
La decisión también fue celebrada por el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, quien sostuvo que "las relaciones entre Irán y el organismo entran ahora en una nueva fase", por lo que "es un día importante para la comunidad internacional".
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró que "cada una de las vías hacia una bomba nuclear fueron cerradas de forma verificable, lo que hace a Medio Oriente un lugar más seguro".
Pero que el árbol no tape el bosque: las cosas no pasaron del negro al blanco en un día. Irán sigue siendo aliado estratégico de Rusia tanto como Estados Unidos de Israel y Arabia Saudita, teniendo en cuenta que existe contraposición de intereses entre iraníes y estadounidenses en los conflictos de Siria y Yemen.
Con el regreso de Irán, la geopolítica de Medio Oriente ha recuperado, o mejor dicho, legalizado un actor fundamental para la tan anhelada pacificación de la región. Asimismo, debemos tener en cuenta que Irán posee, ni más ni menos, que las segundas reservas probadas de gas y la cuarta de petróleo, lo cual tampoco deja de sacudir seriamente la geopolítica mundial de los hidrocarburos.
El camino para Irán no se anuncia fácil. El déficit en infraestructuras es inmenso. La necesidad de inversiones, gigantescas. Pero nadie podrá robarle el hecho que después de muchísimo tiempo, la gran civilización persa ha retornado y se encuentra en boca de todos.

Fotos e imágenes del geopolitólogo Damián Jacubovich