Por Damián Jacubovich analista internacional y geopolitólogo
La cuestión migratoria un peso a la hora de analizar la
Geopolítica mundial
La HCR - United Nations
High Commissioner for Refugees - que es la Agencia que trata el tema de los
refugiados en las Naciones Unidas contabilizó
7,6 millones de desplazados y refugiados en 2015: la guerra en Siria se
encuentra al origen de uno de los mayores éxodos jamás registrados en la
historia de la humanidad. Otra manera de entender la magnitud del fenómeno, es
decir que dicha cifra equivale a 42 500 personas que huyen cada día del país.
En total, las últimas cifras brindadas por la HCR
revelan un « record » de casi 60 millones de personas desenraizadas
en el mundo, en notorio aumento en en los últimos años.
Causas de los flujos migratorios
La mayoría de los
analistas coinciden a la hora de señalar que es tan cierto que las poblaciones
huyen de las guerras como que también lo hacen de la pobreza, la desolación y
la muerte. En ese sentido, la revolución comunicacional acontecida en el mundo
y su constante llamamiento global al
consumismo como casi única manera de poder alcanzar un pseudo estado de
bienestar, también debe de ser nombrada a la hora de señalar los principales
motivos que llevan a diversos individuos a dejar sus lugares de origen en busca
de un sueño de vida alejado de sus lugares de origen, por lo tanto de su
cultura y de sus tradiciones.

En estos casos mencionados, la expulsión, la
huida o bien la disminución de la población seleccionada tiene como objetivo en muchos casos reforzar
la soberanía de la potencia dominante sobre un territorio específico y
codiciado, o bien dirigir un mensaje geopolítico
hacia otra potencia.
También estos procesos pueden ser acompañados de
una política de repoblamiento alternativo cumpliendo los objetivos clásicos de
conquista territorial como por ejemplo ocurre por parte de China en la región
del Tibet desde 1955.
Como mencionado
anteriormente la causa más común a la hora de explicar los movimientos de
poblaciones, son los conflictos civiles o militares, étnico y religiosos. En
América Latina, el conflicto armado en Colombia en el que se encuentran
implicados el Estado Nacional, las guerrillas, grupos paramilitares y
narco-organizaciones hacen de este país con
más de 5,3 millones el segundo país (detrás de Siria) con más desplazados
internos en el mundo». Le siguen la
República Democrática del Congo (con aproximadamente 3 millones de desplazados)
y Sudán (con aproximadamente 2 millones de desplazados).
Consecuencias de los flujos migratorios
Podemos entonces
observar que la cuestión migratoria resulta entonces una verdadera lección de
geopolítica. Nos incita a tomar cuenta no solamente las tendencias geográficas
e históricas, pero también las decisiones políticas que explican el fenómeno y
que permiten según el caos, y la voluntad política, el poder manejar o no la
situación.
El avance de la extrema
derecha (AfD) en Alemania en los últimos tiempos, o bien del FPO en Austria y
del Frente Nacional en Francia ponen netamente de manifiesto el impacto de los
flujos migratorios en la conducta socio-políticas de las poblaciones cuando
dichos flujos aparecen (o se los quiere hacer aparecer en algunos) como descontrolados,
mostrando de esta manera una vez más, las interacciones inobjetables entre
migraciones y geopolítica. Respecto de la situación en Europa, la mayoría de
los geopolitólogos son unánimes: « la subida en potencia
nacionalista » que se viene expresando en las urnas, y en algunos casos a
nivel de los Estados como en el caso de Hungría y Eslovaquia, puede explicarse
sobradamente (pero no solamente) por la crisis de refugiados que ha sabido desestabilizar
estos países situado en la ruta de los Balcanes que lleva hacia Alemania y Europa del Norte. Efectivamente, en el caso de
Hungría por ejemplo, el país representa la primera puerta de entrada de los
migrantes al llamado espacio Schengen. Los analistas internacionales coinciden
nuevamente a la hora de subrayar que el flujo migratorio que ha llegado a
Europa estos últimos meses no tiene casi precedentes históricos.
Frente al desmoronamiento
del modelo de sociedad occidental, las respuestas individuales y colectivas (alternativas
concretas, relocalización del inmigrante) más allá de ser necesarias resultan
evidentemente insuficientes.
La migración ha sido
históricamente un fenómeno complejo, que puede ser atractivo o repulsivo pera
rara vez neutro en términos geopolíticos. Más allá de la legítima compasión que
se puede experimentar por las personas implicadas, el “desafío migratorio” solo
podrá ser superado si se piensa geopolíticamente ya que para bien o para mal
« las migraciones no dejan indenme, ni los países de origen ni los países
de destino.
Damián Jacubovich es analista interncional y geopolitólogo
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