El caso de las narcomaletas diplomáticas con casi 400 kilos de cocaína 
descubierto en el marco de un operativo conjunto de Argentina y la 
Federación de Rusia evidenció no solo la eficacia de la cooperación 
internacional, sino también la búsqueda constante de nuevas rutas para 
llevar la droga a destino, principalmente Estados Unidos y Europa.
"Cuando uno habla
 de narcotráfico en América Latina tiene que pensar en una nube oscura 
que se va moviendo por la región según la conveniencia: de la ruta de 
droga, porque se puede haber liberado una hacia Europa, o de si un país 
está militarizado o no. Digamos que desde siempre el narcotráfico se 
desplaza en el continente según le convenga", disparó el licenciado en 
geopolítica Damián Jacubovich.
Desde
 la implementación en 1999 del Plan Colombia con apoyo de Estados 
Unidos, la lucha contra el narcotráfico se ha ido militarizando 
progresivamente en la región. La última decisión en este sentido fue 
tomada por el gobierno de Michel Temer, que le transfirió al Ejército el
 control de la seguridad ciudadana y el combate al crimen organizado en 
Río de Janeiro.
Sin embargo, los resultados de estas políticas en los propios países 
que las aplican, más la consecuencias que dejaron para sus vecinos, 
permiten concluir que no es un arma eficaz.
"La opción militar a nivel nacional o de una 
ciudad, puede ser 'buena', porque lo que va pasar es que el narcotráfico
 se va a desplazar. Las experiencias de México y Colombia lo que nos han
 demostrado es que la militarización de un país lo único que genera 
ademas de muerte y violencia es que le problema se desplace", afirmó el 
experto.
Y para reforzar esta afirmación mencionó el caso de Afganistán, que 
hasta 2003, cuando se produjo "la fuerte militarización de Occidente" 
manejaba 75% del tráfico de heroína que alcanza, hasta la actualidad, un
 volumen de entre 2.000 y 2.500 toneladas anuales.
"Salvando las distancias Afganistán era a la 
heroína, lo que Colombia a la cocaína. Tras 10 años de militarización se
 hizo un estudio y se vio que se redujo a 25%, pero el tráfico se corrió
 a Kirguistán y Kazajistán porque el único problema es por dónde. 
Mientras haya demanda, habrá tráfico", concluyó Jacubovich.