Geopolítica de Indonesia por Damián Jacubovich
Constituido por 17 000 islas y una superficie de 5 160
km de este a oeste y de 1 760 km de norte a sur Indonesia
con aprox 260 millones de habitantes es el cuarto país con más habitantes del planeta
y es también lo que se llama una potencia emergente, logrando construir poco a
poco una agenda internacional ambiciosa basándose sobre un fuerte desarrollo económico
y en un entorno geopolítico en transición. Su política internacional es
coherente y demuestra una confianza cada vez más consolidada en materias de
relaciones internacionales. Sin embargo, los analistas se preguntan si el país
se encuentra dispuesto a jugar un papel protagonista no solamente a nivel
regional pero también en la geopolítica mundial.
País
independiente desde 1945. Fue la invasión de Japón durante la segunda guerra
mundial que demostró el falso mito de invencibilidad de las potencias europeas,
Indonesia, se opuso de esta manera al retorno de los holandeses como
colonizadores al terminar ésta.
Indonesia es también, y
es un dato un tanto desconocido, el país con mayor cantidad de musulmanes en el
mundo con 200 millones. Esta característica lo ha hecho relativamente
vulnerable al islamismo radical habiendo sufrido numerosos atentados en donde
el blanco por lo general ha sido o bien la población cristiana o bien lugares
turísticos o edificios relacionados a Occidente. Para numerosos analistas de la Geopolítica de
Medio Oriente, la cohabitación pacífica de las distintas religiones será un factor
de importancia para el despegue definitivo de Indonesia.
Junto con Malasia y
Tailandia, Indonesia forma parte de las llamadas « milagro asiático» y
pertenecen a la segunda generación de las nuevas economías industrializadas. Hoy
en el puesto 16 de las economías mundiales en términos de PIB, según las
previsiones, debería llegar al 7mo puesto en el año 2030 debido tanto al
dinamismo de su crecimiento como a su peso demográfico.
Pese a este presente
relativamente « exitoso » en términos económicos, Indonesia ha
conocido una trayectoria económica turbulenta marcada por una sucesión de choques y crisis, su situación actual permanece para algunos
analistas, relativamente frágil.
El despegue económico
de Indonesia se remonta a los años 80. Su principal virtud económica consistió
básicamente en la capacidad de los gobernantes de la época de explotar la renta
petrolífera de manera a diversificar su economía y asegurar el desarrollo del
sector manufacturero (especialmente el textil). Esta virtud de poder evitar la
maldición de los recursos naturales y el habitual debilitamiento de la
industria manufacturera para los países ultra dependientes del petróleo constituye
sin dudas una de las raras excepciones en la materia. Durante este
periodo, la pobreza y las desigualdades
retrocederán mientras que la tasa de crecimiento anual se mantendrá de manera
sistemática alrededor del 7%.
La crisis de 1997 /
1998 golpeó más duramente Indonesia que el resto de sus países vecinos: el PIB
se contrajo en más de un 15 %, el desempleo y la pobrezaa explotaron y las
desigualdades volvieron a profundizarse de manera significativa. El país tardó más tiempo que sus economías
vecinas en retomar un ritmo de crecimiento estable y sostenido, lo cual ocurrió
recién a principios de los años 2000. Este retorno al crecimiento fue sin
embargo acompañado de una tasa de inversión muy inferior al que el país había
conocido antes de la crisis de fines de los años 90.
Sin embargo la crisis se
revelará de alguna manera saludable sobre el plano político ya que Indonesia
saldrá de una manera reforzada ya que luego de la crisis se implementará un
sistema democrático que funciona relativamente bien desde entonces.
Efectivamente una de las consecuencias de las crisis será la caída de Haji
Mohammad Soeharto o Suharto quién ejerció el cargo de 1967
a 1998.
Sobre el plano económico
el retorno al crecimiento se debería más bien a factores exteriores que al
fruto del esfuerzo de reformas internas. Por otro lado, es de señalar que la influencia de la economía
china ha jugado y juega un rol fundamental en el despegue productivo de Indonesia.
Efectivamente Indonesia se encuentra fuertemente relacionado a China a través
de su sector primario, convirtiéndose en efecto en un proveedor de materia s
primas (carbón y minerales varios) de primer plano para la superpotencia China.
En el año 2008, el peso
del sector petrolero disminuye al punto de que Indonesia quitará la OPEP.
Esta inserción singular
de Indonesia en los circuitos comerciales no deja de conllevar cierta vulnerabilidad:
el peligro de una tendencia a la reprimarización de su economía (es decir la
consolidación de su sector primario en detrimento del sector secundario).
Pero sin dudas una de
las fuerzas de la economía de Indonesia en revancha recae en el tamaño y el
dinamismo de su mercado interno. Es probablemente lo que explica su resistencia
à la reciente crisis financiera global
del 2008-2009.
Geopolítica
militar de Indonesia
Geopolítica militar;
una de las maneras de medir las ambiciones de una potencia emergente como
Indonesia es a través de su proyecto armamentista. Expresado de manera clara por el gobierno de ese país, Indonesia aspira en el corto plazo a convertirse en la potencia militar de la subregión del sudeste asiático.
El
pecado original
Con indonesia sucede un
tema similar al que ocurre con la casta militar en Egipto, es decir nos encontramos
con un estado dentro del estado: militares no solamente con roles de defensa sino con poder político, social y económico.
Entre 1965 y 1998 durante el gobierno de Suharto, la dualidad militaro-política se
institucionalizó: los militares tenían cupos reservados para ellos en el
parlamento y un poderío económico importantísimo qué incluía la presencia de
militares en diversas empresas estatales, etc…A partir de 1998, se produce un
intento por parte del statu quo y de la casta militar de limpiar la imagen de
las fuerzas armadas, tratando de paulatinamente de separar el Ejercito de los
puestos administrativos y de volver a darle una imagen de neutralidad frente a
los partidos políticos ya que durante muchos años, las fuerzas armadas y el
partido de Suharto estuvieron intrínsecamente relacionados. Para ello, nuevas disposiciones
son implementadas como aquella que señala que todo militar que desee participar de
alguna fuerza política debe dejar su puesto en el aparato militar. Otro hecho
importante en esta nueva fase de “lifting” encarada por las fuerzas armadas de Indonesia
es a partir de 1998 la separación entre
fuerzas policiales y militares, que antes se encontraban fusionadas, a partir
de entonces los militares dejan de asegurar la seguridad interna.
A nivel geopolítico
militar uno de los objetivos que se ha propuesto el gobierno de Indonesia es
convertirse en la primera potencia militar de la sub región asiática del
sudeste. Para ello apunta a que el porcentaje del PIB destinado a la defensa
hoy por debajo del 1% pueda duplicarse en un lapso de aproximadamente 10 años.
Dada las condiciones geográficas de Indonesia, la mayoría de las
inversiones en cuestiones armamentísticas apuntan a apuntalar la fuerza
marítima, hoy muy por debajo de lo mínimo e indispensable para asegurar tan
siquiera la seguridad de su inmenso territorio. Según su planificiación armamentista, Indonesia debería poder encontrarse en condiciones de asegurar la defensa completa de las 17.000 islas que la
conforman y los importantes estrechos que la componen en el 2019. En el año 2016
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Damián Jacubovich es geopolitólogo y analista internacional |