Curiosamente, a
diferencia de la cuestión económica, el factor geopolítico se encuentra
prácticamente fuera de debate de lo que podría resultar una salida de Grecia de
la zona euro (lo que algunos analistas llaman el «Grexit»). Sin embargo,
cuestiones geoestratégicas militares y migratorias, así como de geopolítica
mundial, entran seriamente en juego a la hora de pensar las posibles
consecuencias.
No ha sido por simple devoción y admiración a la cultura helénica, que el presidente estadounidense Barack Obama ha expresado su inquietud desde los inicios de la crisis euro-Grecia. Dicha preocupación no se debe solamente a la estabilidad financiera mundial o bien a la cohesión misma de la Unión Europea, sino que también -y sobre todo- a la seguridad del comando militar de la OTAN en la región mediterránea oriental. El presidente de EE.UU. telefoneó al presidente griego y a la canciller alemana para buscar una solución consensuada en torno a la crisis económica que atraviesa el país heleno, tras el triunfo del NO en el referéndum. El portavoz de la casa blanca reconoció que el proceso para llegar a ese objetivo "es complicado", pero dijo que Estados Unidos seguirá "alentando a todas las partes a participar de forma constructiva en las conversaciones". Hay una frase muy interesante del antiguo director de la OMC, Pascal Lamy que vuelve a la misma idea, es decir alertar sobre las consecuencias geopolíticas de la salida de Grecia de la Unión Monetaria, “no se trata de utilizar exclusivamente para observar la problemática griega, microscopios del Fondo Monetario Internacional, sino usar también larga vistas de las Naciones Unidas."
Es un enclave geoestratégico próximo a algunas de las zonas más calientes de la geopolítica de Medio Oriente: las costas de Siria, de Jordania, del Líbano e Israel. Gracias a esta base los navíos y portaviones estadounidenses pueden reabastecerse en caso de conflicto en la región. Cuando en 2011, año de inicio de las primaveras árabes, Occidente ponía en marcha su plan para derrocar al coronel Khadafi, fue justamente de esta base que despegaban los aviones cazas F16 americanos y desembarcaron cerca de 400 marines de Carolina del Norte.
El primer ministro
griego, Alexis Tsipras, ha resumido de manera muy concisa este asunto cuando
afirma que “en su intransigencia económica, Europa subestima el riesgo de
desestabilización regional que representaría la salida griega de la zona euro”.
Otro factor geopolítico
de importancia es sin dudas el eje migratorio. Al poseer Grecia un conjunto de
islas (podemos nombrar las islas de Kos, Lesbos y Chios).
a las cuales se puede acceder con cierta facilidad desde las costas turcas, y
que Turquía funciona a modo de grifo respecto del flujo de inmigrantes provenientes de Siria y teniendo en cuenta que desde hace un tiempo, las
relaciones internacionales turco-occidentales se han enfriado de manera
importante, desde hace aproximadamente cinco años, Grecia se ha convertido en
una de las principales puertas de entrada de inmigrantes
con destino a Europa.
Cabe señalar que hoy,
Grecia, al pertenecer a la Unión Europea, recibe un respaldo logístico y
financiero por parte de la agencia Frontex con el objetivo de vigilar sus
fronteras. Entre las diversas tareas, las fuerzas griegas se encargan de
localizar entre los refugiados a posibles yihadistas pertenecientes al Estado
Islámico. Falto de respaldo europeo para la vigilancia, Grecia se convertiría
en un simple pasaje-corredor, sufriendo las consecuencias tanto griegos como
europeos.
Finalmente, cabe
preguntarse sobre la manera en que China y Rusia aprovecharían esta nueva
situación geopolítica a sabiendas que el gigante asiático ha hecho del país
helénico su cabeza de puente de la “nueva ruta de la seda”, implementada esta
última para favorecer los intercambios entre China, Europa y África. . Desde
hace más de seis años, el gigante marítimo Cosco administra los principales terminales
de contenedores del puerto de Pirea.
Por último es
interesante citar la visión geopolítica de Sia Anagnostopoulou, que es una diputada de la izquierda radical Syriza
(que es el partido que se encuentra en el poder en Grecia "somos el único
país democrático de cultura y de principios europeos amenazados en el norte por
subida de los nacionalismos en los Balcanes (recordemos que Grecia limita con
Bulgaria, Albania y Macedonia, al sur con un retroceso democrático de los
países de África del norte, al Este por
una Turquía en vía de radicalización religiosa y un Cercano Oriente bañado a
fuego y sangre”.
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