Luego de varias idas y vueltas, el viernes 27 de Octubre del 2017, el parlamento catalán con una notoria ausencia de la oposición, declaraba la independencia. El día siguiente el gobierno de Mariano Rajoy respondía suspendiendo la autonomía de la región y convocando a nuevas elecciones para fin de año. Oficialmente a partir de entonces y hasta las elecciones será de ahora en más dirigida por el número 2 del gobierno español, Soraya Saenz de Santamaria. Pero Carles
Puigdemont, el ex presidente rehusa de reconocer su destitución. Las manifestaciones por y contra la independencia se sucedían en las calles de Barcelona. El ex presidente del Parlamento Carles Puigdemont llamaba a la resistencia. El mundo parece haberle cerrado las puertas a la independencia catalana, el peligro de un efecto de contagio en varias zonas del mundo (Quebec, Tibet, Chechenia, Córsega, etc..,) parece haber logrado un consenso de la llamada Comunidad Internacional. Algunas preguntas surgen ¿Qué idea tenían en la cabeza los miembros de la cúpula independentista? ¿Pensaban llegar tan lejos? Creían que Madrid se quedaría con los brazos cruzados? ¿La situación los desbordó? Pensaban o piensan entrenar a España a una nueva guerra civil? ¿qué pasará con una sociedad catalana quién ha quedado dividida por la cuestión independentista? ¿Qué pasará con las empresas que han dejado la región ante el peligro de autonomía? ¿ Cómo seguirán de ahora en más las ya deterioradas relaciones entre la Cataluña y Madrid?
- Cataluña
representa casi una quinta parte de la economía española, y supera a todas las
regiones al producir el 25% de las exportaciones del país.
- Contribuye
mucho más en impuestos (21% del total del país) de lo que recibe a su vez del
gobierno.
- Los
partidarios de la independencia han aprovechado el desequilibrio, argumentando
que la suspensión de las transferencias a Madrid convertiría el déficit
presupuestario de Cataluña en un superávit.
- Cataluña
tiene un historial probado de atraer inversiones, con casi un tercio de todas
las empresas extranjeras en España eligiendo a la capital Barcelona como su
sede.
Volkswagen y
Nissan, por ejemplo, tienen plantas cerca de Barcelona.
Un poco de historia
El levantamiento de los segadores
A comienzos del siglo XIV, lo que entonces era el Principado
de Cataluña fue anexado por Aragón. Un siglo más tarde, esta corona se unió a
la de Castilla por el matrimonio de los Reyes Católicos, Fernando II e Isabel
I, lo que implicó la unificación de lo que hoy es el territorio español. En
pleno siglo XVII, cuando España entró en guerra con Francia, las duras
condiciones impuestas a los catalanes llevaron a una revuelta protagonizada por
segadores el 7 de junio de 1640. Así comenzaron los primeros intentos de
independencia de Cataluña, que fueron aplastados en los años siguientes.
La Guerra de Sucesión Española
El conflicto se desató en 1701 con la muerte de Carlos II de
España, último representante de la Casa de Habsburgo, que no dejó descendencia.
Cataluña apoyó a los Habsburgo, pero la guerra terminó en 1713 con el triunfo
de los Borbones, lo que instauró una nueva dinastía en el país. A partir de ese
momento, Cataluña perdió su autonomía y se impuso el castellano como lengua
oficial.
La Guerra Civil
La Segunda República Española, fundada en 1931, abrió un nuevo
capítulo para los catalanes. El Congreso aprobó al año siguiente el
Estatuto que le devolvió buena parte de la autonomía perdida. Sin embargo, el
intento de golpe de Estado perpetrado por el Ejército en 1936 abrió la etapa
más oscura de la historia española, la Guerra Civil. Cataluña fue el principal
bastión republicano, pero el triunfo del general Francisco Franco en 1939
terminó con sus aspiraciones autonomistas.
El Franquismo
Cataluña sufrió especialmente la dictadura que controló el
destino de España hasta la muerte de Franco, en 1975. Además de suprimir todas
las libertades civiles y políticas, y de derogar todas las instituciones
autonómicas, el régimen reprimió con particular encono la cultura catalana. Por
ejemplo, se prohibió la enseñanza y el uso del catalán, y se impuso el
castellano como única lengua.
El Estatuto
Cataluña volvió a tener en 2006 un Estatuto de autonomía,
norma suprema a nivel regional, que fue aprobado por el Parlamento español. El
texto recogía parte importante de las demandas autonomistas de la dirigencia
catalana. No obstante, el Partido Popular de Rajoy pidió que se lo declare
inconstitucional. El 28 de junio de 2010, en un fallo dividido, el Tribunal
Constitucional declaró la inconstitucionalidad de 14 artículos. Los catalanes
expresaron su rechazo con masivas movilizaciones en los días siguientes. Así
comenzó el conflicto que fue escalando hasta estallar en la crisis actual.
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